Si estás pensando montar un negocio turístico en Sri Lanka es probable que se te haya pasado por la cabeza la idea de trabajar con voluntarios. Si nunca lo has pensado y no sabes a qué me refiero, en este artículo te lo explico y te cuento los contras de trabajar con voluntarios en Sri Lanka.
Trabajar con voluntarios es una provechosa moda a la que cada más empresas a nivel mundial están recurriendo, especialmente en el sector alojamiento. Consiste en conseguir trabajadores de manera gratuita, normalmente viajeros, dando alojamiento, manutención, quizás algo de dinero y en ocasiones otras ventajas a cambio de mano de obra que en la mayoría de los casos puede hacer un trabajador local. Por esta razón, observarás que durante el artículo me referiré a los voluntarios en letra cursiva.
Introducción
Durante mi tiempo en Sri Lanka me di cuenta de que había mucha demanda (y mucha oferta) de voluntarios en muchos negocios del sector turístico. Era tal la demanda de voluntarios que la plataforma Workaway tuvo que tomar medidas para «regularizar» la actividad ya que en ocasiones tenía consecuencias negativas para el viajero o para la comunidad local.
Vi empresas del sector turístico utilizando voluntarios para las actividades más inimaginables. Ya no solo me refiero a hostels o guest houses en Sri Lanka, sino a voluntarios trabajando en restaurantes, en criaderos de tortugas, en tiendas y e incluso un hotel de lujo que utilizaba voluntarios para hacer labores de recepción y de relaciones públicas.
Yo mismo, como profesional del sector turístico, he experimentado deficiencias en el servicio siendo cliente en un hostel en España enteramente llevado por voluntarios. Es una actividad que no apruebo y tengo mis reservas sobre usar la palabra voluntario.


La razón es que asocio el término «voluntario» con actividades sin ánimo de lucro, caridad y ONGs. Si estás leyendo esto, es probable que tu también pienses en el «voluntario» como una persona que realiza sus funciones de manera desinteresada en proyectos que de alguna manera tienen impacto en nuestra sociedad y planeta.
Si bien el objeto de este post es hablar de voluntariados en negocios turísticos de Sri Lanka, tampoco apruebo que alguien tenga que pagar para trabajar como voluntario en una ONG o realizando actividades altruistas.


Comienzo a mostrarte los contras que si bien a primera vista pueden parecer básicos, conocerlos en detalle quizás desmonte algunos mitos sobre trabajar con voluntarios en Sri Lanka.
1. Problemas con inmigración
El problema más simple a priori es que al trabajar con voluntarios es altamente probable que el trabajador tenga un visado turista. ¿Solución? Si quieres trabajar con voluntarios sin problemas entonces haz un visado de trabajo.


Claro que entonces el voluntario ya no sería un voluntario y que para poder expedir visados a tus empleados extranjeros tendrás que haber realizado todos los trámites correspondientes para registrar tu negocio. Y también, que tendrá un coste para ti pero la tranquilidad que tendrás a cambio lo vale. Especialmente si consigues que un trabajador extranjero contribuya en tu negocio en Sri Lanka de manera legal durante un año que es el periodo del visado.
Tener a trabajadores haciendo funciones reales como empleados pero con visado turista puede suponer un doble problema: una multa para ti, otra para el voluntario y que este además sea deportado.
¿Crees que no puede pasar? Durante mis 3 años en Sri Lanka conocí unos pocos casos. El más impactante quizás fue cuando la policía del Departamento de Inmigración se presentó en un establecimiento turístico en el centro del país y deportó a 9 personas.
Por tanto y si quieres actuar en el margen de la legalidad, suponiendo que un trabajador extranjero vaya a realizar funciones que un empleado local puede realizar y consigas que se comprometa contigo durante un periodo de tiempo determinado en el que puedas amortizar el pago de visado de trabajo, evita tener trabajadores en visado turista. En este enlace puedes ver los costes asociados a los diferentes tipos de visado en Sri Lanka.
Para terminar este punto debo añadir que hay una opción para visados de voluntariado que aplican únicamente a las actividades correspondientes.
2. Quita empleos a la comunidad local
Una de las cosas que más me llamó la atención en muchos negocios turísticos pequeños y medianos en Sri Lanka fue la moda de abogar por la sostenible. Con esto me refiero a una buena cantidad de establecimientos haciendo esfuerzos por limitar el impacto ambiental y el consumo de plásticos, entre otras buenas prácticas. Una buena forma de contribuir con el medio ambiente y adaptar los servicios a un viajero cada vez más consciente y exigente con la necesidad de proteger nuestro planeta.


Esta es la conclusión que quiero mostrar: sostenibilidad es también pensar en el desarrollo de las comunidades locales, no solo evitar el derroche de agua o el consumo de plásticos. En el momento en el que se utilizan voluntarios para cubrir funciones profesionales que un trabajador local puede realizar, desde mi punto de vista la sostenibilidad desaparece por mucho plástico que se recicle.
No digo que no se cuente con un viajero unos días para realizar un mural artístico en tu hotel, una breve labor de diseño gráfico o una hora de clase de yoga al día. De hecho, hay personas que puntualmente pueden aportar muchas competencias y entusiasmo a un negocio. Pero de ahí a tener a voluntarios haciendo labores de recepción, camarero, limpieza o dependientes hay un abismo. Se está quitando empleo a los locales de Sri Lanka.
Un salario para una persona local puede suponer un dinero invertido en los estudios de sus hijos cual se traduce en un mejor desarrollo de la comunidad, especialmente teniendo en cuenta que la falta de educación académica en Sri Lanka es un problema real en muchas áreas rurales del país.


Algunos propietarios recurren al planteamiento de que es muy difícil trabajar con los locales de Sri Lanka principalmente en posiciones de atención al cliente o relacionadas con tecnología. Cierto que fuera de la capital Colombo o de establecimientos de alta categoría muchas veces te encontrarás con una población local mayoritariamente rural que requiere de tiempo, paciencia, entrenamiento y supervisión para realizar las funciones de forma óptima.
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Si no se tiene ese tiempo, paciencia y especialmente los sistemas adecuados para dirigir un establecimiento con trabajadores locales, muy probablemente se termine recurriendo a trabajar con voluntarios extranjeros bajo el pretexto que la cultura es diferente a la hora de trabajar de cara al público.


De acuerdo a mi experiencia, la gente de Sri Lanka aprecia mucho que se involucren con ellos a nivel profesional, que se les ayude y se les entrene. Comenzando por un buen training, delegación y un refuerzo continuo, un trabajador local estará eternamente agradecido si se le enseña bien. Y es que esto se traducirá en mayor confianza, conocimiento y futura empleabilidad, lo cual se reflejará en un mejor salario a posteriori.
Y esto es para mi sostenibilidad en lo que al desarrollo de comunidades locales respecta. Si un negocio quita el empleo a locales me es indiferente cuanto plástico se recicle.
3. No se reducen costes
Otro de los planteamientos más comunes a la hora de recurrir a trabajar con voluntarios en Sri Lanka es la justificación económica.
Pongámonos en la situación que diriges un hostel o una pequeña guest house y que ofreces al voluntario alojamiento y comidas. Ok, suma el coste de las comidas y obtén el total mensual.
A continuación, atribuye un coste proporcional del consumo de un voluntario de uso de electricidad, gas, agua y el Wifi, que en Sri Lanka no es de lo más competitivo en cuanto a tarifa se refiere.
Finalmente, calcula el coste de oportunidad de no vender esa habitación/cama de litera a clientes. En el escenario más optimista, un mínimo de 6 euros/noche que no facturas cuyo total mensual asciende a 180 Euros (42 039 LKR mensuales en noviembre del 2021).
Ahora suma todos los costes. ¿Cuánto es el total?
Incluso si no incluyeses las comidas, ya solo el coste de oportunidad mensual de no vender a clientes esa cama/litera sumado a los costes mensuales proporcionales de las facturas de alojar a un voluntario es superior al coste de contratar a una persona local en Sri Lanka.


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Así que desmonto el mito: trabajar con voluntarios en Sri Lanka no es más barato que trabajar con empleados locales. Sin olvidar lo que he comentado en los dos puntos anteriores. Evitarás problemas con inmigración y contribuirás al desarrollo de las comunidades locales de Sri Lanka.


4. Alta rotación de personal
Otros de los problemas al trabajar con voluntarios es que generalmente tienden a ser viajeros de larga duración. Esto supone que, si bien muchos prefieren instalarse en un único destino y disfrutar de él durante un periodo considerable (semanas o incluso meses), para otros muchos trabajar como voluntario en un negocio turístico en Sri Lanka simplemente sea uno más en su listado de experiencias.


Estos voluntarios cambian bastante de planes y al no haber nada en firme (contrato, visado y salario) no se puede esperar siempre un compromiso profesional real por su parte, lo cual es comprensible. Tienen ganas de conocer mundo, explorar y disfrutar. Si por alguna razón el plan de viaje del voluntario cambia o el sitio donde trabaja no es exactamente lo que busca, no es de extrañar que decida marchar o buscar algo que se adapte más a sus necesidades.
Por tanto, el propietario o manager tendrá que reciclar la plantilla de trabajo continuamente. Desde un enfoque de gestión de recursos humanos la persona responsable tendría que hacer preselección, selección, entrevistas, bienvenidas y trainings de manera ininterrumpida, devanándose los sesos para cuadrar todo.
¡Contrata locales y utiliza los sistemas adecuados! Artículo recomendado:
Esto es una tarea repetitiva que quita energías especialmente cuando el negocio requiere de varios trabajadores. Además, hay que considerar el tiempo dedicado como un coste más. De hecho, se pueden dar algunas situaciones de emergencia que forzasen a buscar reemplazos de voluntarios más rápidamente, por lo que aquí es cuando ocurren las sorpresas.
Al tener que «contratar» voluntarios más rápidamente para cubrir un puesto que de repente ha quedado vacante, los riesgos de hacer una mala elección en la contratación aumentan, con las consecuencias correspondientes para el negocio. Contratando trabajadores locales y poniendo esfuerzo en su entrenamiento y supervisión se reduce la alta rotación.
5. Situaciones incómodas
Durante mi tiempo en Sri Lanka conocí gente y escuché historias poco agradables en las que el voluntario se llevaba la peor parte.


Algunas de las historias que escuché y de las que prefiero no entrar en detalles incluyen intimidación, agresión física y robo de pertenencias personales a los voluntarios. A sabiendas de que el voluntario poco puede hacer para defenderse a nivel legal, el viajero simplemente asumía lo ocurrido y proseguía su viaje buscando tener una mejor suerte en su siguiente experiencia.


Muchos de los voluntarios en países asiáticos suelen ser gente joven con muchas ganas de nuevas experiencias, motivación para contribuir a un proyecto y cierta tolerancia al riesgo.
Como el protagonista de esta anecdótica historia del blog:
Si los viajeros tienen la mala suerte de terminar donde no tienen que terminar, pueden verse en situaciones comprometidas e incómodas para ellos. Fue un buen número de situaciones negativas para los voluntarios usuarios de la plataforma Workaway lo que hizo que la empresa marcase una serie de restricciones poniendo especial atención en Sri Lanka en 2018.
Por ello, el ambiente de un lugar hace mucho: que ya haya otros voluntarios en un negocio con buena atmósfera es un punto a favor ya que aparte de la diversión y el sentimiento de comunidad, dará más garantías de buen hacer por parte del establecimiento. Y es así como te encuentras negocios completamente gestionados por voluntarios no solo en Sri Lanka sino en muchas otras partes del globo.


Por el contrario, existe la otra cara de la moneda: que sea el voluntario el que adopta un comportamiento no ético hacia el establecimiento y aquí es cuando vendrían las sorpresas.
6. Negocio poco profesionalizado al trabajar con voluntarios
Como consecuencia de todo lo comentado en los apartados anteriores, los negocios turísticos que trabajan con voluntarios en Sri Lanka tienden a estar menos profesionalizados.
¿Cómo se puede pedir profesionalidad o eficiencia a un establecimiento cuyas operaciones cargan a la espalda de personas que viene por un corto periodo de tiempo y en la mayoría de los casos sin experiencia en la industria turística?


No olvidemos que además los voluntarios sobre todo quieren pasárselo bien. Si el negocio es una empresa de fiestas en un barco o un hostel social desde luego que los voluntarios se lo pasarán en grande, pero en el momento que dejen de pasarlo bien… a comenzar otra vez a reclutar.
No olvidemos que, especialmente aquellos voluntarios que viajan por menor tiempo, tienen dinero ahorrado y la inmensa mayoría se pueden permitir los 400 – 500 euros mensuales de gastos de alojamiento y comidas. Por tanto, a la mínima que el proyecto o requisitos del establecimiento no cuadre con las expectativas del voluntario, es muy probable que no dude en dejarlo.
Para un voluntario el coste que ahorra puede no ser tan significativo comparado con un trabajador local de Sri Lanka, cuyo salario es su sustento e incluso el de su familia.


Al existir esta dicotomía, el enfoque hacia el negocio por parte del voluntario tiende a ser menos profesional. Esto, y dependiendo del negocio turístico en el que opere, se puede traducir en mala imagen, mala experiencia del cliente o en una pérdida de rendimiento económico.
7. Mi experiencia al trabajar como voluntario 2 veces
Si bien en los puntos anteriores te he contado los contras de trabajar con voluntarios en Sri Lanka, no tiene todo por qué ser negativo. Obviamente quiero remarcar que me refiero a esas empresas y establecimientos turísticos que usan como regla general y de continuo voluntarios para sus negocios.
No sugiero que no se aproveche de forma puntual talento internacional, especialmente en lugares que realmente lo necesitan. El artículo va dirigido al aprovechamiento puro y duro que muchos negocios hacen, no solo en Sri Lanka, y que genera el business de trabajar con voluntarios.
Conocí a una chica en Sri Lanka que durante dos semanas ayudó en la apertura de un humilde negocio de una familia en una aldea cerca de Haputale con tareas de desarrollo web y diseño gráfico, aparte de ponerles el alojamiento online. Ella terminó encantada y la familia también.
Un voluntariado real puede tener un gran impacto en la comunidad local. Se puede compartir conocimiento, dejar una huella y contribuir de forma auténtica con gente que realmente lo necesita, generalmente por falta de conocimiento o formación.


En Galle
Mi primera experiencia como voluntario fue de tan solo una semana pues fue el tiempo que estimé y acordé para realizar las tareas. Ocurrió en el intervalo de tiempo desde que dejé mi trabajo en Colombo hasta que comencé mi puesto abriendo y dirigiendo un hostel en Unawatuna. En ese momento tenía un visado de residencia/trabajo a nombre de mi anterior compañía y me encontraba tratando de sacar un proyecto personal adelante.


Justo en este periodo decidí alquilar una scooter en el Fuerte de Galle y conocer la zona.
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Al dirigirme a un negocio para coger la moto conocí al propietario, Bobby, y ante su pregunta a qué te dedicas le respondí que a la gestión de alojamientos turísticos y al marketing. Si ya has estado en Sri Lanka sabrás que a la gente local le encanta conocerte y hacer preguntas. Tras mi respuesta se le iluminó el rostro y quería saber más. A continuación me dijo que tenía un pequeño apartamento con 2 habitaciones que quería comercializar y que no tenía los medios ni el conocimiento para hacerlo.


Le ofrecí mi ayuda durante una semana a cambio de dejarme quedarme en el apartamento y usar la scooter durante ese periodo. Bobby aceptó rápidamente y dos días después me presenté en el apartamento. ¡Todo aquel apartamento para mí! Durante mi semana con Bobby mis funciones consistieron en registrar el alojamiento en la plataforma de reservas Booking.com, listarlo en Google Maps y en Tripadvisor. Y por supuesto todas las micro tareas relacionadas, que no fueron pocas.


Enseñé a Bobby a utilizar todas las funcionalidades de la extranet de la plataformas de reserva, a cómo gestionar las tarifas, a cómo analizar los informes de la plataforma, a cómo tramitar las reservas (confirmaciones, modificaciones y cancelaciones), a comunicarse con los clientes vía extranet y físicamente, entre otros aprendizajes necesarios para una persona que no tenía ningún experiencia previa en la gestión de alojamientos y de un uso más específico de la tecnología. También tomábamos algo de vez en cuando y charlábamos sobre la vida. Su esposa y sus 2 hijos me trataron como a uno más durante aquella semana.


A decir verdad me llenó de entusiasmo cuando el apartamento recibió la primera reserva. Y lo mejor de todo mientras escribo es revivir aquella semana y el vínculo con Bobby y su familia.


Pocos días después de aquello comencé a trabajar en el hostel en Unawatuna. Galle Fort se encuentra a 5 kilómetros de Unawatuna, por lo que visitaba a Bobby frecuentemente y me alegraba saber que gracias a ese pequeño intercambio de favores mantuvo un buen flujo de clientes en el apartamento a partir de aquel momento. Y lo más importante, tenía un buen amigo local.
En Talalla
Mi segunda experiencia como voluntario fue meses después cuando ya trabajaba en el hostel. En un viaje durante mis días libres me quedé en Talalla, una excepcional localización de la costa sur entre Matara y Dikwella, donde conocí a un local llamado Terrance.


Terrance era el propietario de una guest house recién abierta y con bastante potencial a 3 minutos a pie de la playa. Comenzamos a hablar de sobre nuestros trabajos y me comentó que tenías varios gaps que le impedían un flujo continuo de reservas. Pasé un rato analizando su configuración en Booking.com y vi varias cosas que no me cuadraban, aparte de unas fotos de la propiedad poco sugerentes.


Acordé con él quedarme dos días la semana siguiente para hacerle una puesta a punto aparte de sacar fotos nuevas del lugar. De las fotos se encargó Edu. También había que crear un perfil en Tripadvisor.


Y así lo hicimos. Fueron dos días geniales en los que, aunque trabajé en mis días libres, tuve la oportunidad de formar parte de una familia local que además nos trataron espectacularmente. En los ratos libres me quedaba charlando con la hija de Terrance a la que enseñaba inglés y ella a mi singalés.
Fotos por Edu
No buscábamos quedarnos gratis y abusar de la hospitalidad pues teníamos dinero suficiente como para permitirnos el alojamiento. Era simplemente la satisfacción de poder ayudar a alguien local con menos experiencia, menos conocimientos y menos medios. Y para nosotros el poder integrarnos y aprender de la cultura y compartir en la medida de lo posible lo que sabíamos o podíamos hacer. Al igual que en Galle, mantuve la amistad con Terrance y su familia.
Posdata: al escribir esto me he dado cuenta que durante mis años en Sri Lanka no saqué demasiadas fotos. Echo en falta más fotos de estos recuerdos entre muchos otros.
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Conclusión
Es aquí donde creo fervientemente en la capacidad de un voluntario para tener un impacto positivo en la comunidad local y en sus negocios.
Si aprovechamos nuestro conocimiento y potencial para apoyar a proyectos que realmente lo necesiten, la situación cambiaría mucho para millones de personas en todo el mundo.


Artículo recomendado:
Si eres o serás propietario de un negocio turístico en Sri Lanka o en cualquier otra parte del mundo, he dado razones suficientes para alertarte sobre trabajar con voluntarios y desestimar la opción.


Y si por casualidad eres un viajero buscando trabajar como voluntario (en cursiva) en Sri Lanka o ya tienes alguna experiencia y has terminado leyendo este post, espero que el artículo te inspire. Si lo vas hacer, al menos busca proyectos en los que puedas tener un impacto real y no únicamente un sitio donde sustituyas mano de obra local. Será mucho más gratificante para ti, especialmente si puedes dejar tu huella en la comunidad local, ya sea en una familia o en un humilde negocio. Y si buscas voluntariados (sin cursiva) en ONGs, proyectos de caridad o altruistas, ¡no pagues!
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Llegado el final del artículo, me encantaría que compartieses tus opiniones y experiencias en los comentarios. Es un asunto que puede dar mucho que hablar.
En conclusión, no se debe trabajar con voluntarios y las comunidades locales han ser apoyadas. Contrátales, entrénales, supervísales, pon confianza y empeño en su desarrollo profesional y por supuesto también págales como es debido. Locals first!